ENFERMEDAD QUE AFECTA A MILES DE JÓVENES EN COLOMBIA.
Escrito por: Elizabeth Ramírez Rubio
Estudiante de Comunicación Social Y Periodismo
Universidad del Quindío
Armenia, Quindío, 22 diciembre 2011
Jugar es tan adictivo como beber alcohol y aunque no destruye el cuerpo, destruye el orden de la vida y las relaciones…
La ludopatía es un proceso patológico de la conducta, que afecta a muchos individuos en nuestra sociedad actual y que se relaciona con la oferta desmesurada de los casinos en nuestras ciudades. Este desorden provoca el deterioro paulatino del paciente y constituye una enfermedad con graves repercusiones sociales. Pero, ¿que sucede cuando la palabra ludopatía se asocia con la palabra estudiante?, a los jóvenes les atrae las situaciones de riesgo sin medir las consecuencias que éstas les pueden conllevar y mas aun cuando hay un incentivo económico de por medio. Hay otro aspecto entre tantos y es, que ésta actividad a lo largo de los años se ha venido presentando dentro de la zona universitaria, cuyos espacios son frecuentados por chicos cada vez menores, los cuales están en peligro de ser inducidos por este tipo de actos. Aún así es muy importante pararse a estudiar con mas calma y verificar cuales son las causas por las cuales los estudiantes llegan a participar de este tipo de actividades.
Andrés Osorio es un joven de veinticuatro años de la ciudad de Medellín, Antioquia; estudió en la universidad de Antioquia y se considera un ludópata rehabilitado. Éste es un singular joven, criado en una familia de estrato medio alto de Colombia. Empezó su afición a este tipo de juego cuando tenía diecisiete años; pero fue cuando tenía diecinueve años, cuando empezó a sentir que padecía una verdadera adicción a este tipo de juego. Su adicción fue relativamente preocupante hasta tal punto del que arrendó el apartamento que le dieron sus padres para poder conseguir dinero para juagar en el casino. En la actualidad, Andrés es un chico que trabaja en una fundación de ayuda a personas que padecen trastornos de dependencia al juego.
El juego patológico es considerado por un lado como un trastorno de los hábitos y del control de impulsos por el CIE - 10 (Clasificación Internacional de Enfermedades), y por otro lado; DSM - IV (Manual Diagnóstico y Estadístico) como una adicción comportamental al cumplir con los criterios de abstinencia, tolerancia y dependencia psicológica que se presentan en las adicciones químicas. Cualquiera que sea la forma de clasificar el Juego Patológico, es un hecho que ésta es una enfermedad que ha venido creciendo hasta el punto en que se estima que cerca del 2.5 % de la población colombiana padece de Ludopatía. De acuerdo a la psicóloga María Esther B. de Castillo, miembro de la Asociación de Terapeutas Cristianos, “las estadísticas muestran que el diez por ciento de la población americana tiene problemas con el juego”. Dentro del tratamiento se hace necesario un abordaje multidisciplinario o multicomponente para garantizar los resultados de abstinencia y prevenir recaídas de la conducta a futuro. El plan de tratamiento debe ser abordado por Psiquiatría y Psicología; y para ciertos casos específicos se debe contemplar la asesoría legal, jugadores anónimos etc.
Porcentaje hombres y mujeres ludópatas
Distribución en función de la profesión, personas con dependencia al juego
Andrés empezó su adicción como cualquier otra persona, apostando pequeñas cantidades de dinero. Pero que en su caso ganando buenas cantidades de dinero, cosa que ocasionó que se sintiera atraído por este tipo de juego. Andrés era un estudiante universitario primíparo, ya conocía las maquinas tragamonedas pero nunca había jugado mas de dos mil pesos. Un día caminando por el centro de Medellín rumbo a su casa, decidió probar suerte en un casino de tantos que hay en el centro de Medellín; en el bolsillo tenia veinticinco mil pesos, se dirigió a la cabina de cambio de monedas y cambió cinco mil pesos; ese día salió del casino con doscientos treinta y cuatro mil pesos. Al día siguiente muy animado, fue a clase de las seis am a la universidad, tenia clase de ocho pero decidió no entrar; como su universidad quedaba en el centro de Medellín, decidió ir al mismo casino del día anterior, cambió de nuevo cinco mil pesos y ese día ganó alrededor de cien mil pesos, con el dinero ganado decidió almorzar bien y comprarse una chaqueta.
Su adicción fue aumentando, al día siguiente, se fue para clase de seis am, pero se llevó una gran sorpresa al ver que habían casinos que funcionaban las veinticuatro horas. Decidió adentrarse en uno de estos, llevaba noventa mil pesos en su billetera, cambió como siempre cinco mil pesos, le fue mal y cambió diez mil pesos mas, antes de terminar la mañana no tenia ni para el pasaje; perdió los noventa mil pesos en menos de tres horas. Ese día con mucha rabia, le toco caminar cuarenta y cinco minutos para llegar a su casa y media hora para explicarle a su mama que la clase de doce que tenia ese día la habían cancelado. Al otro día, aún con los ahorros que tenía de las ganancias anteriores, decidió probar suerte de nuevo. Como siempre cambió cinco mil pesos y esta vez si tuvo suerte, se ganó doscientos mil pesos de un solo tiro, le dio tanta felicidad, que pensó: “ahora si encontré como ganarme la vida sin esforzarme”.
Un día de octubre, durante el día ganaba y perdía, al final perdió todo, estaba en el centro de Medellín, no podía caminar porque le daba miedo, le toco coger un taxi y despertar a su mama a las dos y media de la madrugada, para que ella le pagara el pasaje. Otro día robo, empeño y con el dinero del empeño se fue a jugar. Un día de tantos se quedó sin con que ir a la universidad porque perdió todo el dinero, precisamente ese dinero lo consiguió con la venta de los libros de la universidad. Un día Andrés tan desesperado se vió obligado a pedir limosna (cien pesos), para realizar una llamada a sus padres para que lo esperaran y pagaran el taxi. Su mayor ganancia fue de un millón trescientos mil pesos de una sola jugada en el casino x y esa misma plata en tres días había desaparecido.
Se puede estimar que el noventa porciento de las personas que van a los casinos son adictos. La adicción al juego ha llevado a muchos al crimen, al suicidio e incluso a realizar cosas verdaderamente vergonzosas y humillantes. Andrés cuenta que muchas veces vió el desespero de la gente en estos lugares cuando perdían su última esperanza de ganar. Desespero porque habían apostado todo el sueldo a las maquinas, el dinero de un mandado, el dinero para las medicinas o el dinero para la matricula de la universidad. Relativamente es un flagelo que azota a todos los estratos, el problema es que es difícil reconocer que se es ludópata.
Sebastián es otro joven ludópata de veintinueve años, hermano latinoamericano que se inició en el juego hace once años. La primera vez que fue a jugar lo hizo con su novia que actualmente es su mujer y le ha dado tres hijos, tiene como objetivo dejar el juego para siempre pero como muchos adictos después de un largo tiempo sin jugar recaen en el vicio. Sebastián se le hace difícil calcular la cantidad de dinero que se ha gastado en su enfermedad pero asegura que es muchísima, vive en una casa prestada y nunca pudo acceder a un préstamo para una casa debido a la gran cantidad de deudas que tiene. La ludopatía es la única adicción no mediada por sustancias que los psiquiatras biológicos reconocen como una enfermedad mental que se hereda genéticamente; de acuerdo con los investigadores, lo que se transmite no es la afición al juego, sino una impulsividad que en última instancia resulta autodestructiva. "Es por la necesidad de la adrenalina y la incertidumbre de no saber si se pierde o se gana, que los ludópatas se le miden a las famosas pirámides", dijo Ana María Cano, médico psiquiatra del Hospital Mental del Quindío; aunque es necesario aclarar que hay otro porcentaje de personas que lo hacen porque enfrentan una difícil situación económica y creen que así pueden solucionar sus problemas.
Años transcurridos desde que empezaron a jugar hasta que comenzaron a percibir el juego como problema
Los adolescentes son más vulnerables que los adultos y los ancianos frente a las dependencias debido a que las regiones del cerebro que gobiernan el
impulso
y la motivación no están totalmente formadas a edades tempranas, según han descubierto científicos de la Universidad de Yale. Después de realizar una investigación sobre ciento cuarenta estudios de las neurociencias básicas y clínicas relativos a jóvenes, comprobaron que los desórdenes en el comportamiento de los adolescentes relacionados con dependencias o adicciones son en realidad desórdenes del
desarrollo
neuronal. Semanalmente hay por lo menos dos o tres consultas a médicos psiquiatras en el Quindío por depresión ante la pérdida de dinero en casinos o en pirámides.
Según los especialistas el porcentaje de las personas que consultan a los médicos por temas relacionados con el juego es de un uno por ciento comparado con quienes sufren de Ludopatía, y no consultan porque no saben de su enfermedad.
La manera más fácil de descubrir si hay riesgo de sufrir de adicción al juego es porque no hay tolerancia a la frustración, porque cuando se pierde no hay resignación sino impulso de jugar más para ganar.
Andrés lo único que puede decir ahora es que esta rehabilitado, pero no fue nada sencillo pues necesitó de psicólogos, psiquiatra y mucho apoyo. Por otra parte es importante aclarar, que esta adicción es mas difícil de descubrir por parte de los familiares como ninguna otra; puesto que si se llega ebrio o drogado fácilmente las personas del entorno se pueden dar cuenta, en cambio cuando se es ludópata no. Finalmente, invade, socava y a menudo destruye todo lo que es significativo en la vida de la persona. “Esta adicción es como una bola de nieve, empiezas jugando poco dinero pero terminas jugando todo tu capital, sea poquito o mucho, pero lo terminas perdiendo, terminas en la ruina” dice Andrés. Este joven paisa puede decir y reconocer en voz alta que ya salió de ese infierno.
La ludopatía es una enfermedad invisible y cuando empiezan su recuperación los adictos, muestran los mismos síntomas que aquellos que dejan el alcohol o la droga. Puesto que al igual que el alcoholismo o la drogadicción, la ludopatía representa un trastorno crónico que tiende a empeorar sin tratamiento. Incluso con tratamiento, es frecuente comenzar a jugar de nuevo, a esto se le llama recaída. Sin embargo, los ludópatas tienen un muy buen pronóstico con el tratamiento adecuado.Según Fernández-Alba, A. (1999), en su Tesis Doctoral (Tratamiento psicológico del juego patológico en jugadores de máquinas recreativas con premio) de la Universidad Complutense de Madrid: “Una vez más ha resultado evidente que la Psicología ofrece resultados muy alentadores de cara a ayudar a quienes reconocen sentirse mal por tener condicionada una parte de su conducta, que afecta negativamente a distintas áreas de su vida”
Intentos previos por dejar el juego
Para finalizar puedo concluir afirmando que la ludopatía es una enfermedad que puede afectar a cualquier persona pero en especial son los jóvenes los que corren mayor riesgo de padecerla. Ya que son estos los que en su afán de descubrir nuevas sensaciones tienden a no controlar sus actos y de ahí la adicción a los juegos de azar. Es verdad que jugar es un gran atractivo como es el consumir alcohol, aunque en este caso no destruye el cuerpo, pero si el orden de la vida y las relaciones con los seres que más amamos. No olvidemos que es una de las enfermedades de nuestra época, cada vez son mas frecuentes ver lugares y centros comerciales en nuestra ciudad, que se llenan de este tipo de establecimientos; y el dinero gira y gira. Los bingos y los premios gordos, son parte de la dinámica y sobre todo del atractivo, en el cual,
¡LA CASA NUNCA PIERDE!
Referencias:
· Nombre cambiado por petición del entrevistado.
· Psicóloga María Esther B. de Castillo, miembro de la Asociación de Terapeutas Cristianos. En es.paperblog.com, 14 Feb. 2011.Extraído el 2011-11-28.
· Ana María Cano, médico psiquiatra del Hospital Mental del Quindío. En
www.caracol.com.co
Septiembre 23 de 2008, extraído el 2011-12-01.
· Fernández-Alba, A. (1999), Tesis Doctoral (Tratamiento psicológico del juego patológico en jugadores de máquinas recreativas con premio) de la Universidad Complutense de Madrid. Extraído el 2011-12-01.
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